Tender la ropa en Irlanda

El martes, cuando llegaba a casa, el perro del vecino, Wendy, un carlino hembra muy simpático, corrió a saludarme. Lógicamente, me agaché y lo acaricié un poco. No me di cuenta, hasta que ya fue tarde, de que Wendy tenía las patas mojadas y, cuando me incorporé, vi que tenía el vestido sucio. Me despedí de Wendy, entré en casa y me dispuse a poner una lavadora.

Siempre miro en las prendas que no son ropa interior, si se puede o no utilizar lavadora y secadora para su lavado y secado. En este caso no se podía, por lo que lavé el vestido a mano. Lo cierto es que no fue difícil. Lo difícil fue escurrirlo bien, cosa que no conseguí y para evitar que se mojase la moqueta, decidí tender el vestido fuera.

Al despertarme el miércoles por la mañana y ver que brillaba el sol pensé "anda qué bien, se me habrá secado ya". Negativo, estaba húmedo, por lo que decidí dejarlo un rato más. El problema es, que de un sol brillante, pasó a lucir el sol mientras llovía, y luego, a llover sin sol.
Luego volvió a salir el sol y pensé "bueno, a ver si ahora...". Tampoco, más tarde volvió a llover, y así todo el día..

Estamos a jueves, y ahí sigue el vestido tendido, húmedo y, a veces, hasta empapado.

La próxima vez le pediré a mi compañero de piso que lo escurra.

¡Hasta pronto!