Cuando mi madre volvió a Gran Canaria me puse muy triste, me dio mucha morriña, y desde entonces he estado bastante triste y poco motivada. Sólo quería volver a mi isla, sentir el olor del mar, ver a mi padre, a mis hermanos, a Kiara, a mis tios y a mi prima... no sé, sentirme en casa, a gusto, y sin preocupaciones. Afortunadamente, eso ha cambiado. No sé qué ha influido en ello, pero creo que los comentarios de ánimo de muchos de los que leen este blog, el apoyo y el cariño de mis padres, así como una pequeña conversación con un viejo amigo, tienen mucho que ver. ¡Gracias a todos!
Algo que creo que no había contado es que desde antes de venir yo sabía que quería un "souvenir" particular de Irlanda, concretamente quería un tatuaje. Entonces, al día siguiente de irse mi madre, fui a un estudio de tatuajes o tienda de tatuajes, no se cómo se llama, la verdad. El resultado de este acto tan impulsivo fue el siguiente:
Mi vida social no ha mejorado demasiado pero bueno, poco a poco. Me he apuntado en una "asociación fotográfica" de la Universidad de Limerick y espero empezar a acudir a los seminarios y cursos, no sólo para conocer a gente, sino, sobre todo, para aprender más sobre una de mis grandes pasiones: la fotografía.
El fin de semana pasado tuve visita. Bea, una compañera de un viaje que organizó el verano del 2009 el Cabildo de Gran Canaria, vino a verme. Ella es "au pair" en Dublín. Agradecí la compañía canariona y también que me trajera chocolatinas Tirma y queso canario jajaja. La noche del sábado habían anunciado nieve, y estuvimos varias horas esperando a ver si veíamos nevar, pero nada. Al día siguiente, al despertarnos, vimos que sí había nevado, aunque muy poquito.
Esta semana me ha nevado encima por primera vez en mi vida, fue en el colegio. Me hubiera gustado haber podido partir el momento de emoción con alguien jajaja.
Anoche volvió a nevar, y esta vez de verdad. A ver si sigue así, para salir al campo a hacer fotos.
¡Hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario